El distanciamiento entre paciente y cirujano se ha ido produciendo progresivamente a lo largo de las últimas décadas, así, es ya de uso muy común y de éxito probado, la cirugía endoscópica y laparoscópica, que podríamos decir que en este sentido, constituye la antesala de la cirugía con robots y técnicas operatorias más complejas y sofisticadas. La cirugía endoscópica también conocida como cirugía de "mínima invasión", cirugía por el "ojo de la cerradura" o "cirugía laparoscópica", es una técnica quirúrgica novedosa que permite operar mediante una cámara de televisión y pequeños instrumentos colocados a través de diminutas incisiones de 2 a 3 milímetros. En la mayoría de las ocasiones estas pequeñas incisiones se realizan a través de los orificios naturales del propio cuerpo.
En este distanciamiento progresivo del que hablamos, se puede introducir ya el concepto de telepresencia del cirujano, concepto que hace referencia a que la práctica de la intervención quirúrgica se lleve a cabo a una gran distancia, ya sea en la misma ciudad o no, en otro país o en cualquier otra parte del mundo. Esta especie de realidad virtual, es posible gracias a la tecnología en robótica y electrónica basada en energía atómica sin riesgos. Debido a la distancia en la que el cirujano opera, decimos que este está telepresente en la operación (tele=distancia), y para que pueda llevar a cabo la operación debe recibir todo tipo de mensajes multisensoriales, de forma que el operador, tenga en todo momento la sensación física de que está operando como si estuviera directamente con el paciente.
La principal diferencia entre las técnicas de operación robótica y la cirugía con telepresencia, es que, mientras en la primera técnica, las herramientas que utiliza el cirujano son movidas por sistemas mecánicos a distancia, en la telepresencia, el mismo cirujano utiliza esas herramientas, percibiendo en todo momento la resistencia de los tejidos, de forma que es como si estuviese en la mesa de operaciones.
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